"El aprendizaje cooperativo favorece la integración de todo tipo de alumnado. Cada cual aporta al grupo sus habilidades y conocimientos; quien es más analítico, es más activo en la planificación del trabajo del grupo; quien es más sintético, facilita la coordinación; quien es más manipulativo, participa en las producciones materiales. Pero lo más interesante, según las investigaciones realizadas (Joan Rué, 1998), es el hecho de que no es dar o recibir ayuda lo que mejora el aprendizaje en el grupo, sino la conciencia de necesitar ayuda, la necesidad consciente de comunicarlo y el esfuerzo en verbalizar y tener que integrar la ayuda de quien lo ofrece en el propio trabajo. La retroalimentación es un elemento clave para explicar los efectos positivos del aprendizaje cooperativo.
El principal rasgo del aprendizaje cooperativo es que huye de cualquier tipo de competitividad a la hora de realizar los aprendizajes. Además de adquirir conocimientos con este aprendizaje cooperativo los alumnos desarrollan hábitos de trabajo en grupo además de aumentar la socialización de los alumnos. Además de lo reseñado con el aprendizaje cooperativo los alumnos aprenden valores de solidaridad y asocian el aprendizaje a un mecanismo autónomo de resolución de problemas.